sábado, 24 de marzo de 2012

La Constitución de 2212


Me pregunto cómo será la Constitución de dentro de 200 años. El día del padre siempre es un día especial, pero este año ha tenido un valor añadido. Recordábamos lo que hace nada menos que 200 años sucedía en España, celebrando la que fue la primera Constitución considerada democrática en nuestro país: La Pepa.
Como si hubiéramos estado entonces en Cádiz, hasta nos hemos atrevido a compararla con la Constitución actual, pero hay que tener en cuenta cómo era la sociedad de aquel momento para poder juzgarla como merece. La Pepa pretendía salir del llamado Antiguo Régimen, manteniendo eso sí la figura del Rey, pero que luego les salió rana. Justo al revés de lo que pasa en los cuentos cuando se besa al sapo para convertirlo en príncipe.
En la historia han existido siempre monarcas y jerarcas con mayor o menor poder en sus distintas denominaciones: Rey, Emperador, Zar, César, Führer, Caudillo, Faraón, Papa,… y hasta Presidente de la comunidad de vecinos. Pero aunque estemos ahora acostumbrados a regímenes democráticos, lo cierto es que la participación ciudadana en las decisiones de los países es un invento moderno porque, salvando ejemplos atípicos como la Grecia Antigua, lo más habitual en la historia ha sido el absolutismo. Me pregunto si dentro de otros 200 años habremos avanzado hacia una mayor democracia o pesará más la recalcitrante historia.
¿Qué pensarían los españolitos de 1812 sobre nuestra actual Constitución? Seguro que desde su mentalidad no todo les parecerían avances y probablemente muchos Artículos de la Constitución de 1978 les escandalizarían.  Por la misma razón, si fuéramos capaces ahora de adivinar cómo será la Constitución de 2212, muchos aspectos de la misma, sin duda, también a nosotros nos sorprenderían. Para los ciudadanos de dentro de dos siglos, nosotros también somos un “Antiguo Régimen”.
La literatura nos ha obsequiado con auténticos visionarios que han ayudado a imaginar el futuro en cada momento. Poco después de La Pepa, en 1828, nacía Julio Verne que casi merece la categoría de adivino. Y en nuestros días Isaac Asimov, que nos dejó en 1992, fue un auténtico adelantado a su tiempo escribiendo sobre innovaciones difíciles de imaginar cuando escribió sobre ellas, pero que ahora vemos con total normalidad, como Internet (Multivac), robótica avanzada, vehículos dirigidos por ordenador y tantos otros avances tecnológicos.
Pero, ¿qué elementos serán claves para definir nuestro futuro dentro de 200 años?. Quizá tendrán mucho que ver con aspectos como la planificación, el control y la centralización del poder, el aprovechamiento energético, la vida en el espacio o en el fondo marino, avances genéticos y fecundación dirigida, preparados alimentarios, ampliación de la expectativa de vida y de trabajo o los viajes virtuales en el lugar y en el tiempo.
¿Nos podríamos atrever a imaginar las leyes de dentro de 200 años aunque algunos aspectos nos resulten ahora incómodos o nos produzcan incluso rechazo desde nuestro actual punto de vista?. Algunas cosas cambiarán y otras seguirán más o menos igual, pero quién sabe si eligiendo 10 Artículos de la futura  Constitución de 2212 podrían decir algo así como:

Art 1 Todos los habitantes humanos del planeta y mundos exteriores tendrán los mismos derechos y deberes.
Art 2 El derecho a la vida y a la muerte de las personas se decidirá por consenso del Consejo Universal de Vida y de Muerte.
Art 3 La propiedad y el uso de bienes se respetará exclusivamente para su utilización en el momento que sea beneficioso para el bien común.
Art 4 La energía se producirá en función de necesidades previamente previstas, sin poner en riesgo la sostenibilidad del planeta y de las estaciones y planetas habitados.
Art 5 La evolución de las especies se preservará en base al Plan Evolutivo Universal, eliminando individuos excedentes y generando otros más evolucionados.
Art 6 El trabajo será un derecho para quien desee ejercerlo y una obligación para quienes tengan a su cargo servicios esenciales para la comunidad mundial, sin poner en riesgo el equilibrio productivo asistido, realizado por los ciborgs en base al Plan de Producción Universal.
Art 7 Las Comunidades Independientes podrán vivir en los lugares asignados para ello, siendo voluntaria su pertenencia a unas u otras, y tendrán un funcionamiento aparte de la Comunidad Universal, sin participar en sus beneficios ni pérdidas, tampoco en las obligaciones ni derechos de la misma, disponiendo de autosuficiencia total en su régimen productivo.
Art 8 Los conflictos entre Comunidades Independientes o entre éstas y la Comunidad Universal se resolverán mediante veredicto del Ordenador Universal, estando prohibido el uso de cualquier tipo de violencia para resolver las discrepancias.
Art 9  Cualquier ciudadano podrá solicitar voluntariamente participar en un proceso de congelación-estabilización-criogenización, en modo individual o en grupo, para ser nuevamente operativo en el año que decida dentro de los siguientes 200 años o cuando los recursos universales lo permitan.
Art 10 Cualquier ciudadano podrá incumplir cualquiera de los Artículos de la presente Constitución, siempre que lo haga voluntariamente y no ponga en riesgo ni perjudique al resto de ciudadanos actuales o futuros.


Aunque lo más probable sin duda, es que la Constitución de 2212 no se parezca en nada a estos artículos, no está de más que desde ahora empecemos ya a redactarlos, porque con lo lenta que es la burocracia, quizá no lleguemos a tiempo.
Y ya sabemos que como asegura el dicho popular: “dentro de 100 (o 200) años…. todos calvos”.

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